El buen lector se reconoce, menos por los libros que lee, que por los muchos que deja de leer. Aquel dictador prohibió los libros. Nadie hizo más a favor de la lectura. Todo lo que viene muy recomendado, resulta sospechoso. "Se lee poco", escucho a profesores, editores, libreros, escritores, políticos. "Y la mayor parte de lo que se lee no merece ser leído", añado yo. A aquel bibliófilo le gustaban tanto los