Existen dos tipos de personas. Aquellas víctimas del destino, que están dormidas, a quienes las cosas les suceden, y acostumbran a dejar todo para mañana, su vida se repite monótonamente. El segundo tipo son personas que hacen suceder las cosas, saben que sólo tienen 24 horas, llenan sus días de eventos y experiencias, acostumbran ir a dormir cansadas, viven cada día como si fuera el último de su existencia, se hacen responsables del ciento por ciento de sus resultados, saben que donde están es fruto de lo que han hecho o dejado de hacer, y sus vidas están llenas de continuos y emocionantes nuevos días. El éxito es la realización progresiva de un sueño; es un camino por disfrutar, no un destino al cual llegar. No te apures –me decía el señor Deeb– no hay adonde llegar, vive plenamente este momento, realmente es lo único que verdaderamente tienes. Descubre los sueños que reposan en tu corazón y enfócate en hacerlos realidad; esto creará plenitud en tu existencia y podrás ingresar en la ruta del éxito.