Este libro no sólo es una herramienta de primer orden, no sólo aporta información (a menudo prima facie, que no es tan común encontrar) detallada y precisa, sino que aborda la interpretación total de estas placas, topográfica dentro de la iglesia, litúrgica, iconográfica (especialmente) y además nos abre muchas ventanas a otras lecturas inéditas de esa arquitectura religiosa visigoda.