Entre Guadarrama y Gredos se extiende un territorio de montañas suaves y valles que tradicionalmente han servido de corredor entre la mitad norte y sur de la Península. Lugar de encuentro entre la naturaleza serrana y el cálido Mediterráneo, donde la encina y el piñonero dejan paso a los pinos montanos y al roble melojo bajo la atenta mirada del buitre y del águila imperial. La presente guía recorre antiguas vías de trashumancia y caminos carreteros entre los pueblos del suroeste madrileño. Indica cómo subir a la Almenara, un pico aislado desde donde se domina gran parte de la campiña, o cómo bajar por los barrancos del Alberche tras la huella de esquivos jabalíes. Todo ello sin olvidar la huella que en el pasado dejaron aquí osos y lobos, pastores y monjes, ni lo que hoy día podemos encontrarnos (ferias, romerías, poblaciones...), en un pausado caminar que busca redescubrir una de las zonas ecológicas y paisajísticamente más importantes de Madrid.