La eficacia satirica de Mrozek, que lo ha convertido en una figura venerada en su Polonia natal (asi como en muchos otros paises en los que su obra ha sido traducida), es de tal magnitud que ha sido considerado, incluso a su pesar, referencia ineludible. Con un humor punzante, cercano a veces al jocoso disparate, siempre finisimo y a veces definitivamente poetico, mantiene en el lector, viva y sin grandilocuencia, una sonrisa que estalla a menudo en franca carcajada, en la que siempre palpita la fuerza vital de la libertad.