Desde siempre, desde que el hombre cuenta con uso de razón, ha intentado explicarse cada cosa de este mundo, desde el porque las emociones vuelven con el día y se desvanecen en el sueño profundo de la noche, lo irracional que parece que el tiempo sea lineal y que nada hacia atrás se pueda cambiar, ni nada hacia delante se pueda prever. Este, así como está planteado por algún ser maravilloso y elocuente, parece ser el camino de la vida, un camino que muchas veces se torna sinuoso y desprovisto de sentido, y muchas otras veces es increíblemente fascinante. Quienes nos acompañan se tornan muy importantes, dado que nos dan la mano en los momentos lindos pero también en los que duelen, porque la vida es todo, amor y dolor también, y quien camina a nuestra par acompañando los procesos no solo ha compartido con nosotros esta vida, sino que nos recuerda de muchas anteriores. Dijo alguien alguna vez que nuestros padres se van muy pronto de este mundo y los amores eternos tardan en llegar, sin embargo hay quienes nos dan la mano desde siempre. Esos son los hermanos.