Una de las mayores paradojas que caracterizan a la sociedad contemporánea estriba en que la gran conquista de la longevidad, por fin consumada tras siglos de infructuosos intentos, también lleva consigo la abdicación del poder de los ancianos, antes depositarios titulares de la autoridad moral y ahora prácticamente desechos sociales, trastos viejos, restos humanos, mera carga estatal y familiar. Cuanto mayores son las expectativas de vida más poder e influencia pierden las personas mayores, que llegan a convertirse en seres necesitados, desatendidos y dependientes. Y esto contradice la experiencia histórica, hasta ahora fundada en el respeto y el temor que infundían los ancianos. ¿Qué ha pasado? ¿Cuáles son las expectativas en el futuro de este gran grupo social? El poder gris trata de responder a estas y otras preguntas.La primera parte versa sobre el glorioso pasado de lo que el autor llama «el poder gris», la gerontocracia y su derrota. La segunda se refiere al presente: marcado por una relativa protección social pero también por una discriminante exclusión del poder. Y la tercera habla sobre el futuro: la reconquista del poder mediante una revolución cultural que devuelva a los mayores su plena autonomía personal.El poder gris es uno de los primeros ensayos que tratan de analizar la historia y el actual estado de esa menospreciada tercera edad que un día constituyó la aristocracia de la humanidad.