Una poderosa fuerza mueve la ciudad. ¿Qué la impulsa? Las historias aquí reunidas son pequeños remolinos subalternos que, como suele ocurrir con las fuerzas de esta naturaleza, tan pronto surgen como desaparecen.Pero en el arte, a diferencia de lo que ocurre con la experiencia vivida, el movimiento que nos propone puede ser experimentado cuantas veces queramos, como si se tratase de caminar por una avenida, subirse a una línea del metro o asomarse a un acantilado para ver el mar. Los torbellinos-cuentos aquí expuestos en este libro, se mueven por la ciudad. Salen a su borde y vuelven. Van de una comuna a otra alterando el orden y mostrando otra forma de ver las cosas. El viento sopla, las hojas caen y los primeros papeles sucios comienzan a moverse. Bienvenido a la tempestad.