La Educación Social se ha dotado de Documentos Profesionalizadores que orientan su práctica. Su Código Deontológico sirve de carta de navegación a educadoras y educadores sociales en una sociedad compleja, en la que desarrollan su tarea cotidiana con amplios sectores de su ciudadanía en dificultad para acceder al disfrute de derechos y condiciones de vida dignas. Con frecuencia en la singladura de su trabajo se generan dudas, dilemas éticos en su práctica profesional.