¿Cuántas veces hemos leído algo que hace referencia al amor ya sea en la literatura romántica, en la trágica, en dramas novelescos o bien, y sobre todo, en la poesía? ¿Cuántas veces hemos visto en alguna saló cinematográfica o en la televisión un filme que nos presenta las relaciones amorosas en sus diferentes tonos, desde las relaciones juveniles románticas hasta las tortuosas y destructivas, las que nos venden como apasionadas y locas, pues, según nos dicen, no son lógicas y se dejan llevar por los arrebatos instintivos del cuerpo? ¿Cuántas veces nos hemos visto afectados nosotros mismos por la experiencia de esta pasión, sin importar cómo hayamos salido o entrado en el amor? Pero casi siempre y no obstante las experiencias vividas, extrañarnos de manera íntima ese sentimiento que nos mueve del mundo habitual y cotidiano, que nos hace andar en el camino anhelado y nos dirige hacia una ilusión que ilumina nuestra vida. ¿Por qué es tan importante sentir el amor? El amor en su singularidad erótica es tratado en esta obra desde el auspicio de la poesía y la filosofía, las cuales nos llevan de la mano a los desolados parajes del mundo biológico psíquico para retener aquello de lo que no se puede decir nada. Aun así, no es éste un intento de explicar fenomenológicamente al amor, sino una modesta evocación de los momentos y comportamientos humanos en su tránsito hacia el Eros y la experiencia que de ello se ha obtenido.