La población de desigualdad ha sido objeto permanente de preocupación intelectual. La economía política la ha estudiado especialmente en los últimos tres siglos, centrado la atención tanto en sus factores determinantes como en su prognosis de la política publica, en tanto que la filosofa del derecho y la justicia la ha retomado recientemente en la segunda mitad del siglo pasado, enfocada hacia las condiciones necesarias para avanzar deseablemente hacia una sociedad considera justa.