Durante mucho tiempo estuve siguiendo por las redes sociales a una persona que me intrigaba y a la vez me generaba interés. Escuchaba sus charlas y sus mensajes, y algo que no podía explicar me atraía hacia él. El tiempo fue pasando y poco a poco fui perdiendo su pista. La vida siguió su cauce y cada uno fue viviendo su vida. Hasta que un día, no sé cómo, me llegó un Facebook live sobre registros akáshicos. ¡Era él de nuevo! Decidí participar y preguntar qué había para mí. Sus palabras me resonaban una y otra vez: "Baja de la mente y ve hacia el corazón". Como si de un mantra se tratara, la frase martilleaba mi cerebro una y otra vez, resonaba. "¿Cómo a mí que escribo sobre abrir corazones me dice eso?", pensaba. Pero en lo más profundo de mi interior sabía que tenía razón. Estaba en el camino, en el sitio adecuado y, por arte de magia, el Universo lo trajo de nuevo a mi vida. ¡Ahora sí estaba preparada para viajar a mi interior de verdad y vivir de forma coherente, desde un corazón abierto y amoroso! Y di el paso que me faltaba: me inicié en Maestría Interior con Edgar. Fue un antes y un después, un renacer, un volver a mi esencia.
"Ideas claras, complementa en forma sencilla mi lectura predilecta."