Los versos que reúne Desarraigo nos susurran nítidamente el misterio que rodea a los poetas al momento de escribir. Nos hacen partícipes de las dudas e inquietudes del autor al enfrentar la palabra. El lenguaje es vertido en el papel, muchas veces sangrante, para ir al origen del vocablo inicial, al primigenio, en el que habitan todas las palabras y las metáforas posibles. De este modo el bardo es sólo un instrumento. A lo largo de veinte poemas, Victoria de los Ángeles expande las múltiples estrofas, se pregunta, argumenta, advierte, profundiza, incita, descompone; para luego rearmar y rearmarse en este Desarraigo que, tímidamente, comenzó a forjarse en una plaquette el año 2016.