¿No es paradójico hablar del sacrificio de las mujeres en los tiempos del derecho, cuando se supone que florece la negociación entre las parejas? En absoluto, pues salta a la vista que muchas mujeres permanecen aferradas como garrapatas a la posición de no merecer nada que no sea su desvaloración. Nuestra mirada se propone escrutar en los turbios corazones de personajes más reales que los de carne y hueso para encontrar la verdad de las mentiras de la ficción. Desfilan héroes, pero sobre todo heroínas, Medea, Antígona o Madame Bovary, marcados a fuego por una fuerza ciega que los zamarrea, les produce trastornos patológicos, les ocasiona terribles dolores que consideran ligados por los dioses a las culpas heredadas de la soberbia y la ira de sus padres.