un pequeño monstruo va a visitar a miguel, pero éste no se asusta ante su presencia. el monstruo se pone muy triste porque se da cuenta de que es incapaz de asustar a un niño. sin embargo, pronto los dos comprenden que tienen muchas cosas en común: ambos sienten nostalgia de no tener a su madre tan cerca como quisieran, ambos desean contar con un buen amigo y ambos descubren encantados la felicidad de jugar juntos. miguel enseña a jugar al monstruo. éste se pone otra vez contento: además de haber aprendido a jugar, tiene un amigo.