Le 22 aout 1878, l’occasion de l’Exposition Universelle de Paris,Sarah Bernhardt (1844-1923) monte sur un ballon et s’envole dansles nuages, en compagnie de son amant, le peintre Georges Perrin, etdu pilote Louis Godard, ainsi que d’un panier picnic, ou encored’une pauvre chaise... D‚s le lendemain, la com‚dienne ‚crira le r‚cit de cette extraordinaire aventure a‚rienne.vamos, todo lo quehacemos deja un rastro, un mensaje que espera pacientemente durantemeses, a¤os, a veces siglos, hasta que un antrop¢logo forense esllamado a descifrarlo. Parte de esta informaci¢n es f cil deentender, otra mantiene sus secretos a rajatabla y necesita elengatusamiento cient¡fico para ser liberada. Pero al reunircuidadosamente las pruebas, se pueden reconstruir los hechos de unavida. Miembro a miembro, caso a caso -algunos criminales, otroshist¢ricos, otros inexplicablemente extra¤os- Sue Black reconstruyecon ¡ntima sensibilidad y compasi¢n las historias ocultas en lo quedejamos atr s.portunidad. Y todos esos acordes que siempre, apesar de todo, los iban a unir.