El lector que se aproxime a estas páginas debe olvidar las tradiciones de nuestros propios cuentos, las hadas sutiles, los reyes bondadosos, los intrépidos príncipes... Pues ceden su puesto a hienas y elefantes, a los guerreros de escudos multicolores armados de tres lanzas. Este libro es un viaje al continente negro, a las tierras de los masai. La literatura masai es, por supuesto, oral. El narrador es un personaje estimado si ejerce este menester con brillantez. Se hace además con funciones de actor: remeda, imita, altera la voz, se sirve de la mímica. El lector habrá de suplir esta relación en caliente por el contacto con el papel impreso, mientras se acomoda en su sillón favorito.