El Marqués de Sade lo dejó escrito: «Sostuve todos mis extravíos con razonamientos. No dudé, vencí, supe arrancar de raíz, supe destruir en mi corazón todo lo que podía estorbar a mis placeres... Es necesario tener el valor de transgredir los límites». Sade se rebeló contra la moral de su época y supo trasladar sus opciones personales a historias literarias que lo consagraron como referente de un género que mezcla lo racional, lo revolucionario y lo obsceno. Para los amantes de la literatura erótica, leer los textos de Donatien Alphonse François, todavía hoy, es sentir un ramalazo de inconformismo y de ruptura que asombra doscientos años después de su fallecimiento en la cárcel de Charenton.
"Un libro muy bien presentado y el servicio impecable. "