Kant no se limitó a formular una teoría del conocimiento científico, meditó asimismo con hondura y sagacidad en los temas de la conducta moral. De la religión y del arte, no menos que en las exigencias políticas y pedagógicas, que iba reclamando ya la vida contemporánea. Este autor llamó "crítica" a su doctrina. Su empeño fue enseñar a filosofar, no transmitir los principios de una filosofía hecha.