El siglo XIX ruso dio origen a una clase intelectual destinada a dejar una profunda impronta, y para la que se acuñaría la denominación de intelliguentsia. Los ecos de la revolución francesa, filtrados por la oficialidad rusa progresista durante las campañas contra Napoleón, y las reformulaciones teóricas que el romanticismo idealista alemán propuso frente al racionalismo, comenzaron a minar las bases de la autocracia zarista. Es al calor de estos debates que se desarrolla toda la producción literaria de Fiódor Mijáilovich Dostoievski, que comenzara con Pobres gentes, publicada en 1846. Todas sus novelas -y Crimen y castigo no es la excepción- muestran un universo extremadamente moral, rasgo que quizá sea común a toda la literatura rusa del siglo XIX. La tragedia de Raskólnikov es la del individuo sobrepasado por el mundo, que intenta sin éxito la aventura de alzarse por encima de este y dominarlo.Omar Lobos, especialista en literaturas eslavas, ha hecho la traducción y el estudio preliminar de la presente edición.La versión española fue realizada directamente desde el ruso, respetando las características del original, lo cual constituye casi la excepción para un libro que ha sido a menudo retraducido desde ediciones inglesas o francesas.