en estas conversaciones trato de tener como guía a don bosco. con él escucharemos la palabra de dios, con él renovaremos nuestra voluntad radical de ser signos y portadores de jesús a los jóvenes. escuchando sus palabras, especialmente las de su testamento espiritual, purificaremos nuestro corazón y la orientación de nuestra vida. cuando recuerdo y narro hechos y palabras de don bosco, trato de hacerlo con profundidad, y espero reforzar la convicción de que él es para cada uno de nosotros verdaderamente el padre y el maestro y que a él y a su carisma nos ha confiado la virgen maría.