Una tarde Paula estaba un poco aburrida, sentada al borde del arenero, y sin que se diera cuenta, se le posó un pajarito en la cabeza; hurgó con el pico entre sus rulos y fue llevando, de uno en uno, palitos y pelusas.Tal vez fuera un poco inesperado, sorprendente quizás, pero de ninguna manera imaginó que este hecho podría provocar tamaño ataque de nervios como el que tuvo su madre al verla llegar a casa. -íTe lo dije! íTe lo dije una y mil veces! -zapateó el piso-, íte dije que tenías pajaritos en la cabeza! Esta es la historia de una nena distraída, un pajarito chismoso y una cabeza llena de palitos, pelusas y secretos.Un cuento disparatado, contado con mucho humor y acompañado de bellísimas ilustraciones.