Daniel Guzmán pertenece a la generación de artistas de la ciudad de México cuyo acercamiento conceptual y radical al arte llamó la atención de la escena artística internacional en los años noventa. Reconocidas principalmente por sus imágenes estilizadas y caricaturescas en tinta sobre papel y sobre muros, las obras de Guzmán suelen contener referencias multifacéticas a temas y letras de canciones de rock, a la escritura de William Burroughs y de Roberto Bolaño, así como a ilustraciones satíricas de políticos mexicanos de los años setenta y a símbolos aztecas como las serpientes y las calaveras. Para Guzmán, la música tiene una importancia igual a la del dibujo; creció escuchando a los Beatles, Kiss, AC/DC y Jorge Reyes, quien fusionaba la música popular oaxaqueña con el rock progresivo. La música sigue siendo una de las pasiones de Guzmán, quien toca en un grupo llamado Los Pellejos. El título de la exposición, Chromosome Damage, proviene de una canción de Chrome, un grupo de rock experimental creado en San Francisco en 1975.