¿En qué medida puede la humanidad contrarrestar las principales amenazas que pueden provenir del medio ambiente? Cambios climáticos, radiación solar, epidemias, erupciones volcánicas, tornados, sequías, terremotos, tsunamis, la lista es interminable. De hecho, vivimos en un mundo extremadamente hostil y tenemos capacidades tan pequeñas para controlarlo. En relación con los datos del año 1985, Lucian Boia en este libro hace una revisión de los diferentes desastres que han dejado huella en la evolución de las sociedades y de la civilización, así como una comparación con el momento actual, cuando es evidente que el funcionamiento del mecanismo hombre-naturaleza sufre un desequilibrio, muy probablemente irreversible. De hecho, el mundo no terminará debido a terremotos, manchas solares o variaciones en el eje de la Tierra, ni siquiera debido a pandemias. La gran amenaza ahora es el calentamiento global y el efecto invernadero, un fenómeno global y potencialmente destructivo, cuya responsabilidad recae principalmente en el hombre. Pero no es seguro que la humanidad pueda detener el proceso, o incluso que desee cambiar su estilo de vida. Solo en este punto la especie humana corre el riesgo de desaparecer realmente. Si nos calentamos unos pocos grados más, debemos esperar que una terrible crisis de civilización golpee a la humanidad, dice Petre: quién sabe, una gran migración hacia el norte, Africa desbordándose sobre Europa. La migración actual causada por la pobreza y los conflictos armados se amplificará por razones climáticas. El mundo va a hervir, tanto literalmente como en sentido figurado. ¿Pero qué pasa si las cosas siguen empeorando? ¿Habrá alguna escapatoria? ¿Emigraremos al espacio cósmico? Ningún otro planeta del sistema solar ofrece condiciones de vida similares a las de la Tierra. Por ahora, una vez que lleguemos a la situación en la que la Tierra ya no nos pueda soportar, no tenemos ninguna solución de reserva (Lucian Boia).