Este hermoso Beato tiene su origen en el Scriptorium de San Millán de la Cogolla, donde debió ser copiado e ilustrado a principios del siglo X. Pertenece, por tanto, al escaso grupo de Beatos mozárabes. La belleza de su disposición cromática, presidida por los amarillos, los verdes y los ocres, y la originalidad de sus composiciones.