Si bien el concepto que articula los textos reunidos en este libro es del Barroco, las ideas de mímesis, legado y orfandad se encuentran en cada uno de ellos, a veces de forma manifiesta y otras, latente. La reflexión gira siempre en torno a la manera como nos apropiamos del pasado, qué hacemos con los restos -a veces mortales- de la tradición, la familia, nuestros padres. El duelo, la melancolía atraviesan estas reflexiones, signadas por la respuesta que damos a la pérdida, la orfandad a la que estamos sujetos en el plano personal, social y cultural. Cada uno de los textos habla de un modo distinto del Barroco, lo alegoriza, lo abren, lo disecan bajo la mirada de la melancolía. Dicen finalmente algo diferente de lo que este concepto sugiere en un origen. El mundo, los objetos, las cosas yacen a merced del alegórico, que los sitúa, los reescribe en el ámbito de un saber oculto. Para Benjamín, la visión alegórica es la expresión barroca, que es la historia del sufrimiento del mundo. La expresión barroca encuentra mayor significado cuanto más sujeta esté al decaimiento, la ruina, la muerte, a su apertura y su relectura.