Luego de una ciberhecatombe, el mundo había iniciado su reconstrucción. Dieciocho siglos pasaron desde aquel incidente que destruyó la tecnología y sepultó mucha información sobre su desarrollo, volviendo la vida a un estado casi primitivo. La humanidad fue evolucionando pero aún no ha podido redescubrir la pólvora ni la electricidad, y convive con extrañas especies que mutaron en esta nueva era. Se dice que en el Archipiélago de las Medusas hay testimonios muy valiosos de aquel pasado milenario, sepultados