Esta novela está ambientada en 1918 en Denver, Estados Unidos, donde además de la Primera Guerra Mundial en el exterior, el país padecía la epidemia de gripe española. Las protagonistas son dos hermanas, Lu y Helen, tan unidas como diferentes. Sus vidas son puestas a prueba por secretos, pérdidas y dolor, pero los sobrellevan con esperanza, sororidad y el amor de los lazos familiares, los de sangre y de quienes a los que elegimos como familia. Lu es diseñadora, creativa y extrovertida. Trabaja en una gran tienda y está de novia con Peter, de la alta sociedad. Helen es enfermera y día a día se enfrenta a la miseria, a la enfermedad y a la epidemia. Su novio es Gil, un médico que trabaja con ella. La trama atrapa desde el comienzo: cuando Lu regresa del trabajo, ve en la calle a un soldado moribundo a causa de la gripe española. Al llegar a su casa encuentra en la cocina el cadáver de su inquilino, un individuo despreciable por razones que se irán conociendo a lo largo de la novela. Junto a él, está su hermana y con un arma punzante cubierta de sangre, aunque Lu está segura de que Helen no es la homicida. Gil trata de ayudarlas haciendo desaparecer el cadáver en un descampado a la espera de que se lo lleven los “carros de la muerte” cuando recogen los cadáveres de la gripe. Pero no todo sale como lo esperaban y el destino les tiene reservadas nuevas pruebas.