La agresividad, y éste es uno de los ejes conductores de esta obra, tiene dos formas. Una de ellas es la impulsiva o afectiva, reacción inmediata que moviliza múltiples circuitos cerebrales y que tiene gran repercusión autonómica. La otra forma es la premeditada, dirigida a fines específicos, que se emparenta con la agresividad predatoria de los animales y se sitúa en los límites de la psiquiatría. Como toda manifestación de la conducta, la agresividad, sobre todo la impulsiva, se puede patologi